Sus padres fueron exitosos intelectuales de Dublín y Wilde mostró su inteligencia desde edad temprana, al adquirir fluidez en el francés y el alemán.
En el apogeo de su fama y éxito, mientras su obra maestra, La importancia de llamarse Ernesto, seguía representándose en el escenario, Wilde demandó al padre de su amante por difamación
Después de una serie de juicios, fue declarado culpable de indecencia grave y encarcelado por dos años, obligado a realizar trabajos forzados. En prisión, escribió De Profundis, una larga carta que describe el viaje espiritual que experimentó luego de sus juicios, formando un contrapunto a su filosofía anterior, que era hedonista. Tras su liberación, partió inmediatamente a Francia. Allí escribió su última obra, La balada de la cárcel de Reading, un poema en conmemoración a los ritmos fuertes de la vida carcelaria. Murió indigente en París, a la edad de cuarenta y seis años.
«Escribí cuando no conocía la vida. Ahora que entiendo su significado, ya no tengo que escribir. La vida no puede escribirse; sólo puede vivirse.» Oscar Wilde
No hay comentarios:
Publicar un comentario